Ganemos la batalla contra las bacterias! – Parte 2

Milena Beltrán - Profesional en Microbiología

En el artículo anterior (parte 1) empezamos a hablar sobre un tema que para nosotros, como padres o cuidadores de la población infantil, representa una responsabilidad clave al practicarlos y enseñarlos: hábitos de limpieza y autocuidado que pueden ayudar a preservar la salud de nuestros niños.

Hoy hablaremos sobre otros tres hábitos importantes:

Lavado y Desinfección de alimentos y utensilios

Frente a este tema encontrarás varios recursos específicos en la red. Sin embargo, es de suma importancia tener en cuenta las siguientes generalidades:

  • Todo alimento crudo debe lavarse antes de su cocción o consumo con abundante agua de grifo o potable (no estancada o empozada). Recuerde lavar especialmente hoja por hoja y con chorro a presión las hortalizas como lechuga, acelga, espinaca y apio ya que esta forma de lavado “barre” con los microorganismos como los parásitos (huevos de helminto) que no se eliminan en la cocción de los alimentos debido a que resisten altas temperaturas y ciertas condiciones ambientales.
  • El lavado de frutas como las fresas es individual ya que son frutas que crecen a ras de suelo y se consumen crudas, este proceso elimina contaminación de tipo bacteriano y parasitológico.
  • Nunca utilice los mismos utensilios como cuchillos y recipientes que usó para las carnes, en el corto y/o alistamiento de los vegetales.
  • Evite guardar alimentos cocidos en el refrigerador para posterior consumo.
  • Consuma agua potable o hervida.
  • Finalmente, y no menos importante es de especial cuidado el lavado de biberones, chupos y utensilios de los “más pequeños”. Tenga en cuenta lavarlos con una esponja diferente a la del lavado general, preferiblemente; use “churruscos” o cepilllos específicos para tal fin, enjuague con abundante agua evitando dejar residuos de jabón.

Limpieza de sábanas, cobijas y almohadas

Esta práctica debe realizarse con regularidad y seguir las indicaciones de lavado conocidas. Sin embargo, en este artículo enfatizo en la limpieza de las almohadas ya que son vectores inertes de contaminación al almacenar microorganismos en general y otros organismos como ácaros o huevos de insectos. Estos se pueden eliminar sacudiendo en un lugar abierto las almohadas con regularidad y dejarlas al sol directo, procurando el cambio de tendidos de cama por fundas y sábanas limpias, con regularidad.

Contacto con la naturaleza

Permita que su hij@ tenga contacto con la naturaleza. Si bien es cierto que requiere de cuidados especiales dependiendo de la edad por los riesgos físicos o microbiológicos que allí puede llegar a encontrar; también es un factor de prevención posterior de enfermedades por contagio ya que el niñ@ está siendo expuesto periódicamente a contacto con microorganismos del ambiente y suelo que le permiten retar el sistema inmunitario y respiratorio por la exposición repetida pero segura a ambientes llenos de luz y aire constante.

Sin embargo, tenga en cuenta que debe evitar en lo posible cambios bruscos de temperatura, contacto con personas enfermas y el permanecer en ambientes confinados, o expuesto a aerosoles, químicos o multitud de personas.

Por otra parte, esta exposición a la naturaleza le ayudará en su desarrollo psicomotriz 1

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Por lo demás, tenga en cuenta que su bebé, niño o niña se encuentran en continuo desarrollo y la mejor manera práctica de cuidarlos y preservar su salud es brindándoles una sana alimentación, como lo había anotado antes. Además, de completar su esquema de vacunación obligatorio.

Por último, y de nuevo, recuerde que las expresiones de afecto, el amor y comprensión que les brinde hará niñ@s más seguros que se relacionan directamente con sistemas inmunológicos más fuertes y preparados para responder ante una posible amenaza microbiológica externa.


1: ABC del Bebé. El contacto con la naturaleza beneficia la salud mental de los niños. Junio 2017 -