Los cambios y estrategias para el proceso de adaptación

Lina Arrieta - Terapeuta Ocupacional y Especialista en Neuro-Psicología Escolar

Después de casi un año de estar en casa, aprendiendo, jugando y saliendo para lo mínimo, muchas familias deciden este nuevo año que es hora de enviar a sus niños al jardín. Otras por el contrario prefieren continuar realizando sus procesos de aprendizaje en casa, y es que cada familia, dependiendo de muchas circunstancias, sabe que es lo mejor para sus hijos en este tiempo que estamos viviendo, algunos optan por la presencialidad y otros quieren continuar de forma virtual. Cada familia es universo!

El regreso a clases de forma presencial trae consigo varios cambios para las familias, no solo por los protocolos de bioseguridad que ahora todos tenemos muy interiorizados, sino que nuestros niños deben empezar un nuevo proceso de adaptación, de salir de casa, el lugar que durante el último año fue su espacio y su todo. Por eso es importante hacer un acompañamiento muy cercano, más que otros años, a este proceso.

Algunos niños llegaran a su jardín y se sentirán como en casa, recordaran sus actividades y se adaptaran muy fácil. Por otro lado, habrá otros que les costara un poco más soltarse o tal vez compartir o esperar su turno. Y por último y como todos los años, habrá algunos niños que les costara el proceso de adaptación y podemos evidenciar llanto, muchos no querrán quedarse y como adultos debemos ser los más empáticos con nuestros niños ya que están afrontando un gran cambio.

Tanto para grandes como para pequeños la rutina será diferente, y diferente puede ser incomodo aun cuando sea una mejora. Como adultos sabemos qué esperar, pero para los niños no es así, los niños son los más conscientes, experimentan lo que es, y cuando los niños toman tanta seguridad y comodidad en la rutina, el cambio es dificil y puede ser doloroso.

“Grandes o pequeños, habrá cambios naturales y encantadores, y algunos menos agradables en el camino, y está bien”.

No podemos evitar el cambio. Sin embargo, podemos hacer algo.

  • Ser mas conscientes de los cambios, grandes o pequeños y de como reacciona tu hijo ante esos cambios. Todos somos diferentes y algunos niños son más sensibles al cambio que otros, esto te permitira ir intuyendo como será el proceso.

  • Ser extremadamente paciente y empatico durante los tiempos de cambio a la par trabajar en la conexión con tu pequeñ@

  • Usa lo que sabes sobre tu hijo para ayudarlo con las estrategias de afrontamiento. Tal vez sea un libro extra por la noche y unos minutos más para abrazarnos, o ir al parque a correr y columpiarse antes de ir al jardín.

  • Despidete siempre, no te vayas a escondidas, o si no al día siguiente estará pendiente de ti para que no te vayas como el día anterior. Pongámonos en su situación, se sentirá abandonado si directamente lo dejamos y a la mínima que se gire, nos vamos sin avisar.

  • Al despedirte, ponte a su altura, dile que ahora lo dejarás en el jardín un momento y luego volverás por él, (ella) después iran a casa y estaran tiempo juntos, jugando o haciendo algo que le guste, pero no te demores demasiado en la explicación.

  • Explicale días y semanas antes de lo que va a ocurrir. Incluso puedes poner un calendario, marcar el día que empieza y todos los días se lo vas recordando.

  • Hazle saber que sus sentimientos son importantes, que tu entiendes que se sienta triste, enojado o asustado/a, pero dale la seguridad que va a estar bien, que está en un lugar seguro con personas que lo/a cuidan y que tu pronto regresaras para ir a casa.

  • Recuerda que esto es solo temporal. El cambio solo es incómodo hasta que resulta familiar. Cuando esto se establezca en la rutina, no será un desafío

Lo mejor que podemos hacer en estos tiempos de cambio es acompañar a un niño en este viaje y apoyarlo lo mejor que podamos con nuestras propias habilidades de afrontamiento.

La única constante en la vida es el cambio, y todo saldrá bien.